Es muy probable que estés leyendo este artículo por la siguiente razón: la última vez que
quisiste comprar un carro, o un avión, y te hablaron de caballos de fuerza, no tuviste la
menor idea, así que solo escogiste tu vehículo por el color, cosa que nosotros también
hubiéramos hecho. Así que vamos a toda velocidad a explicar este asunto de los caballos
de fuerza.
Empecemos por decir que los caballos de fuerza no son una unidad de velocidad ni de
fuerza, los caballos de fuerza son una unidad de potencia.
Pero, ¿a cuanto equivale realmente un caballo de fuerza?
Bueno un caballo de fuerza es, explicado de manera muy coloquial, la fuerza requerida
por un caballo para levantar un peso de 75 kg, que es el peso aproximado de una
persona, por una distancia de un metro en el lapso de un segundo. ¿Alguna duda en el
salón?
Esto quiere decir que se necesitan dos caballos de fuerza para cargar un metro 150 kg en
un segundo, o podríamos decir que a un auto de 150 caballos de fuerza le tomaría un
segundo cargar un metro a 150 personas de 75 kg.
Ahora pensemos en que como ha ido evolucionando esta medida. James Watt mejoró las
maquinas de vapor que se usaban para bombear el agua de las minas, y en 1769 patentó
la primera con una potencia aproximada de cinco caballos de fuerza.
Por otro lado, en 1886 el ingeniero aleman Carl Benz patentó su triciclo motorizado, el
cual realizo el primer recorrido de un vehículo impulsado por un motor de combustión
interna, este contaba con 0.75 caballos de fuerza y alcanzaba la impresionante velocidad
de 16 km/h. Su primer viaje fue de 104 km.
Siguiendo con el tema de los autos históricos, hablemos del famoso Ford T. Lanzado al
público en septiembre de 1908, contaba con un motor de cuatro cilindros y solo 20
caballos de fuerza, alcanzaba una velocidad aproximada de 71 km/h.
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