Básicamente todos los drenajes funcionan igual, pero tomemos como ejemplo al drenaje de la Ciudad de México, Empecemos por el principio, o mas bien por la parte final de la visita al water closet.
Después de girar varias veces para desaparecer en un abismo de porcelana, el agua del escusado llega primero, por medio del sistema sanitario de tu casa, hacia la red secundaria de drenaje que cuenta con un diseño especial para que el agua fluya de manera natural. Todo esto ocurre de manera subterránea, así que mientras caminas por las avenidas principales de la ciudad, seguramente están corriendo muchos cientos de litros de agua bajo tus pies. Cabe destacar que muchas de estas tuberías de drenaje fueron antiguamente ríos que cruzaban la ciudad, algunos conservan todavía sus nombres originales como el río Churubusco (ahora Avenida Río Churubusco), y que fueron usadas primero como ríos de aguas negras a cielo abierto, para posteriormente entubarlos en la década de los setenta.
Esta obra, el drenaje profundo, fue la obra más grande realizada en la ciudad de México hasta 1975. Pero ahí no termina la travesía, estas redes de drenaje se hacen cada vez mas grandes, casi como si las fueran regando, hasta llegar a los nueve interceptores que llevan el agua residual y pluvial hasta el túnel emisor central. Este último recibe aproximadamente el 80% de las aguas residuales de la ciudad de México, tiene un diámetro de 6.5 metros y corre a una profundidad de 50 y hasta 273 metros, lo cual es aproximadamente la altura de un edificio de 55 pisos. El Túnel Emisor Central no es la única vía para desalojar el drenaje de la ciudad, también hay algunos otros túneles que datan del siglo XVIII por ejemplo, el Gran Canal de Desagüe que fue puesto en marcha por Porfirio Díaz.
Tras recorrer muchos kilómetros, pero sin agotarse, el agua sale de la ciudad de México para llegar al Valle del Mezquital, en el estado de Hidalgo. Ahí recibe tratamiento y se usa principalmente para riego de tierras, o se dirigen a presas y lagunas de regulación. Posteriormente se va hacia algunos ríos, como el río Panuco, y desemboca en el Golfo de México, así que piénsalo dos veces antes de tragar agua la próxima vez que vayas a nadar a las playas Veracruz o Tabasco. Sin embargo, no todas las aguas negras terminan en el mar, algunas, las que se marean al viajar en carretera, se quedan aquí, ya que existen 24 plantas de tratamiento de aguas residuales en la ciudad México, y estas limpian en gran parte las aguas que se desechan en la ciudad.
Pero, ¿qué le pasa al agua que se queda en la ciudad?
Pues después de ser tratadas estas se aprovechan para distintos usos, y tienen varios destinos en toda la ciudad, o de alguna manera regresan a su lugar de origen. Por ejemplo, se usa para el riego de espacios públicos como parques, jardines o camellones, inclusive hasta el bosque de Chapultepec goza de estas aguas, y no solo en sus áreas verdes, también en sus lagos artificiales para mantener sus niveles cuando no es época de lluvias. Otras zonas de la ciudad como Xochimilco, Chalco, y Tláhuac son alimentadas con estas aguas tratadas, o puede tener uso industrial como sucede en la zona norte.
Ahora que ya sabes a dónde va el agua, piensa que la próxima vez que tires una moneda en alguna fuente, tu contribuiste de alguna forma, líquida, a que esa fuente tuviera agua.
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